El Secretario de la Confederación de Entidades del Comercio de Hidrocarburos y Afines (CECHA) Pedro Llorvandi ofreció detalles sobre la situación y perspectivas de normalización del abastecimiento de combustible a nivel país.

Llorvandi comenzó explicando que, aunque se espera una normalización gradual en los próximos días, la situación surgió debido a retrasos en la descarga de dos buques durante el fin de semana pasado. Estos buques transportan combustible que luego se distribuye a las estaciones de servicio en todo el país. Las ubicaciones más cercanas a las plantas de destilación serán las primeras en ser atendidas, mientras que las más alejadas experimentarán demoras adicionales debido a cuestiones logísticas.
El Secretario de CECHA enfatizó que la escasez de combustible es un problema que ha afectado al país durante más de dos décadas. Argentina ha perdido su capacidad de autoabastecimiento y, en su lugar, depende de importaciones para satisfacer su demanda de combustibles, lo que ha llevado a situaciones como la actual.
Llorvandi también aclaró que no cree que las petroleras hayan especulado con la distribución del combustible, sino que la falta de previsión y la necesidad de liberar fondos suficientes desde el Banco Central han contribuido a la situación actual.
Un aspecto clave que abordó fue el precio de los combustibles en Argentina. Según Llorvandi, existe un desfasaje de aproximadamente un 40% entre los precios de venta al público y el costo real de producción. Esta distorsión ha generado un problema adicional en las estaciones de servicio cercanas a las fronteras, donde los argentinos cruzan para cargar combustible a precios más bajos en países vecinos, agotando aún más los suministros locales.
El Secretario de CECHA destacó que el abastecimiento de combustible en Argentina es una preocupación periódica debido a la variabilidad de la demanda, especialmente en períodos de alta actividad agrícola, como la actual siembra y la próxima cosecha, cerca de abril o mayo, lo que generará picos de consumo y presiona aún más el suministro.
Llorvandi no quiso entrar en la discusión electoral, y en cambio, destacó la necesidad de un enfoque planificado y una «hoja de ruta» para administrar los precios y los aumentos en los combustibles de manera previsible.



